lunes, 27 de abril de 2020

Relación entre Política y Derecho: Un acto de reciprocidad en el Estado

Política y Derecho


La interacción que tiene la Política y el Estado tiene que analizarse desde la forma conceptual y definitoria, en relación de cómo están construidos y concebidos en la sociedad, teniendo en cuenta la función que cada una cumple dentro de un contexto conceptual y funcional del Estado. La concepción de Política y Derecho ya es algo complicado respecto a su propia conceptualización, por consecuencia, el paralelismo que surgen entre estos paradigmas, tiene en su estudio analítico un marco de referencia y asociación que dependiendo del enfoque tienen una connotación en su relación completamente diferente.

El despunte de una sobre otra es altamente modificador, por un lado, al considerar la Política sobre el Estado estamos recurriendo a la época de Pericles en la polis que nos lleva a parámetros del poder como el concepto primordial que nos puede llevar al absolutismo (el poder del Estado engendrado por una sola vertiente), en el otro sentido, teniendo al Derecho por encima del poder nos hace recaer en la época de Cicerón que nos haría desencadenar un Estado completamente recto sin retrospectiva, al estar regido por una serie de parámetros ya establecidos, lo que conlleva a que ninguno puede esta por encima del otro en este caso el equilibrio de fuerzas es lo mas sensato.

Bajo estas consecuencias, el Derecho y la Política deben de regirse dentro de un parámetro totalmente a la par, trabajar de la mano, ya que estas desprenden la soberanía que se traduce a la capacidad de ordenar la forma de gobernar, lo que nos lleva a una relación entre gobernares y gobernados. La interacción entre estos campos nos sumerge a pensar en un juego de equilibrio entre la Política y el Derecho, nos lleva a dimensionar los limites existentes entre ellos, en una colaboración reciproca del debilitamiento de ambos conceptos, con el fin de llevar a cabo la forma organizacional dentro del Estado.

Las funciones desempeñadas por la Política están orientadas al poder político en relación a la voluntad de la mayoría, en otras palabras, es el concepto que decide la toma las decisiones con respecto a la labor ejercida por el Derecho, esencialmente es un mecanismo de la acción social que da autorización y legitimidad, respetando las reglas y limites (Derecho) que son ejercidas sobre las decisiones que se tomen por parte del poder de la Política lo que nos lleva a generar un equilibrio entre ambas situaciones.

La reciprocidad que tiene estos conceptos es de gran importancia en relación de la forma organizacional del Gobierno que será implementado en el Estado, siendo que la Política toma las decisiones bajo las legislaciones que le ofrezca el Derecho. Para desmembrar mas esta concepción de interacción entre el Derecho y la Política es importante retomar lo que Norberto Bobbio expone en un esquema de relación entre la Política y el Derecho a partir de la configuración de dos pirámides, las pirámides están en cierta aproximación y están ubicadas simétricamente una con otra, sus vértices hacia arriba y sus bases contiguas, una representa el Derecho y la otra representa el Poder.

Ambas estructuran sus respectivos objetos de manera jerárquica y estratificada, de tal modo que la pirámide del Poder cuenta con un ascenso de poderes que van de los menos fuertes hasta el poder máximo, ubicado en el vértice, la del Derecho por su parte, tiene en la cima a la Norma, lo que conlleva a una funcionabilidad distinta, pero con tintes de codependencia entre ambas. Respecto a la pirámide del Derecho, de esta se desprenden todas las normas jurídicas en descenso de jerarquía hasta la base. Ambas pirámides están, a un mismo nivel y alcanzan una altura igual tiene una simetría total en todos los aspectos dentro del Estado (una misma importancia).

Sin embargo, se puede establecer una mínima diferencia en el lapso final entre una y otra, esta concepción se tiene dependiendo del punto de vista en la que sea analizada ya sea por un Jurista o un Politólogo, (desde el Derecho o la Política respectivamente) existen diversas interpretaciones de acuerdo a la forma de concepción de la cima de cada una, ya que para cada uno su estrato en defensa estaría por encima de la otra, donde las concepciones generadas resultarían, que la soberanía es superior a la norma fundamental, o viceversa.

Lo que conlleva a el intercambio de concepciones, dependiendo de la organización jerárquica expresada en cada pirámide, esta interpretación esta compuesta por estratos y finalizada por las correspondientes formas de cierre de cada modelo teórico, ya sea por la norma fundamental o el sumo poder; y a su vez la superioridad correlativa de las pirámides, estaría condicionada por la perspectiva en la que se sitúe cada uno de los sistemas.

El inicio de interacción dinámica se considera al poner en juego los criterios con los cuales puede valorarse cada una de las pirámides (en la del Poder, Legitimidad, Legalidad y Efectividad y en la del Derecho, Validez, Justicia y Eficacia), da lugar a una visión recíproca que se establece entre las dos, de tal manera que el análisis de una u otra transita necesariamente entre los dos conceptos. Estas manejan consideraciones que van del Derecho al Poder y del Poder al Derecho, tornándose imprescindibles unos y otros elementos de manera dependiente.

Bobbio propone un análisis de criterios a partir de tres parejas cuyos componentes tienen una relación entre ellas, según su correspondencia con la Teoría General del Derecho y con la Teoría General de la Política. De acuerdo con su propuesta, en la pareja Legitimidad y Legalidad ambos conceptos son atribuidos al poder que describen dos formas diferenciables para referirse a la conformidad de una acción respecto del ordenamiento jurídico.

En este caso la actuación legítima se determina si se tiene al Derecho en una concepción de hacerlo, mientras que se actúa legalmente, si al hacerlo se respetan las reglas prescritas para tal acción. La legitimidad presta atención al origen del poder, para detentarlo, de tal manera que ella permite determinar si el soberano tiene o no un derecho fundado que le da permiso para esperar obediencia. Por lo anterior puede afirmarse, a juicio de Bobbio, que la legitimidad es la justicia del poder, y la legalidad es su validez.

La otra pareja de la que se ocupa Bobbio es de la justicia y la validez, específicamente en la teoría de la norma. Bobbio determina que justicia y validez cumplen, el propósito de la norma jurídica, al igual que la legalidad y la legitimidad respecto del poder, de tal modo que se puede hacer el mismo procedimiento para dar resultado a la justicia como la legitimación de la norma, mientras que la validez es su legalidad. “Afirma que un Poder puede ser legítimo sin ser legal y legal sin ser legítimo, también una Norma puede ser justa sin ser válida y válida sin ser justa.”

Al considerar la eficacia del Derecho, se tiene que la eficacia vale como alternativa de la validez si se considera el largo plazo, pues la eficacia termina convalidando los estatutos de la norma; ahora bien, si de lo que se trata es de establecer la justicia de una norma, puede afirmarse que la eficacia es una prueba de argumentación a su favor. Desde la perspectiva del poder, puede afirmarse que el poder efectivo puede llegar a ser una alternativa frente al poder legal en cuanto la efectividad se convierte en fuente de una nueva legalidad.

La relación entre el Derecho y la Política nos proporciona un contexto en el cual ambas tienen una esencia e importancia fundamentales en un grado de simetría y reciprocidad que impide entenderlas solo como experiencias excluyentes o conceptuales ya que permanecen de modo permanente en una relación en la que depende una de la otra.

Dentro de la concepción de las sociedades modernas, el Derecho y la Política no se presentan de forma excluyente, de tal forma que donde haya Derecho no hay Política, y donde reine la Política desaparezca el Derecho. Además, no sería admisible una permanente superioridad de uno y otro campo, de tal manera que la política se encuentre en una posición de jerarquía sobre el Derecho, ni tampoco éste último se posicione definitivamente sobre la Política dando como resultado una comunión reciproca ligado a estos dos conceptos a que se rijan uno del otro buscando la manera de moldearse entre sí, para construir las reglas del juego en la conformación del Estado.

Bibliografía 

Política y Derecho, Varios autores, tratado de ciencia política, Antrhopos Barcelona, 2007. 

Bobbio, Norberto, Origen y fundamentos del poder político, Grijalbo, México, 1986.

jueves, 23 de abril de 2020

¿QUÉ ES UNA CONSTITUCIÓN? (FERDINAND LASSALLE)

Los Factores Reales de Poder

constitución-política

Ferdinand Lassalle

Las preguntas que surgen alrededor de las leyes que regulan la convivencia de nuestras sociedades son el punto clave para cuestionarnos su construcción y concepción en la vida actual, dentro de las dinámicas sociales, el ¿Por qué? ¿Como? ¿Cuándo? Son interrogantes recurrentes que nos permiten analizar nuestra realidad y que nos confrontan a pensar e indagar sobre las circunstancias determinantes que nos llevaron como sociedad a implementar un marco legislativo en concreto, ¿cuál? es el aspecto determinante que nos orilló a tomar la decisión de formular una estructura social basada en un marco legal determinado, y sobre todo que influencias internas y externas se reciben para redactar una carta magna como eje constitucional normativo de una nación.

El objeto que nos permite en primera instancia intentar responder todas las interrogantes se encuentra en la importancia de análisis del factor histórico y de los hechos que se suscitan alrededor de la elaboración de una determinada Constitución. El factor histórico funciona para designar contenidos muy diversos en el estudio de lo que es una Constitución, dentro de los cuales se abarcan las transformaciones de la sociedad y los factores políticos y culturales. También nos muestra cómo se desarrolla el proceso constitucional en diversos lugares y periodos, promulgando constituciones, teniendo en cuenta los factores que hicieron posible ese proceso, además del ambiente y contexto en que fue desarrollado.

¿Qué es una Constitución? Y en ¿qué consiste la verdadera esencia de la misma?, son cuestionamientos que dictan de acuerdo a la lógica la diferenciación que existe entre la ley y la Constitución. La Constitución es la ley fundamental, esta idea recae en la noción de necesidad activa de una fuerza eficaz. Así explica los factores reales de poder que rigen a una sociedad determinada, y que rigen a una sociedad y la fuerza activa y eficaz, además de la forma de todas las leyes e instituciones jurídicas. Estos factores reales de poder varían dependiendo del momento político, social e histórico, de cada país, al momento de su organización política y económica, que influyen en la forma de gobierno y de quienes detentan el poder.

La fuerza y la forma del proceso político y social de un determinado país son los fragmentos constructivos de la Constitución, de los intereses que se buscan surge la esencia de la Constitución, que es la suma de los factores reales de poder.

Para plasmar los factores reales de poder se les da expresión escrita y una vez que esto se hace ya no son simples factores reales de poder, sino que se rigen en derecho y en instituciones jurídicas. Una vez constituidas las instituciones jurídicas creadas por los factores reales de poder, tienen que dar cauce a las necesidades planteadas por estos. La Constitución real y efectiva solo se puede dar cuando se resume escrita en las instituciones y principios de gobierno de un determinado país y están presentes en la realidad que acontece en ese momento y en esa realidad, para que sea efectiva tiene que ser plasmada para cubrir las necesidades de los factores de poder.

Lasalle expone una revisión histórica de las Constituciones en diferentes etapas de trascendencia, como la feudal, el absolutismo, la revolución burguesa, en este sentido, retoma que si una Constitución busca plantar un precepto escrito pero que no retoma los factores reales de poder esta condenada al conflicto. Otro factor es el ejercito, que entre el poder del ejército y de la nación existe una diferencia notable, porque, aunque el poder del ejercito es menor al de la nación, resulta más eficaz debido a que se encuentra organizado y el resto de la nación no.

La esencia Constitucional no es otra cosa que los factores reales de poder, es decir que la verdadera Constitución reside en estos factores no sólo reales sino también efectivos, que serán los que rijan a un país determinado. Atendiendo siempre a la realidad que en ese país acontece. Todo lo anterior será plasmado en una hoja de papel que se convertirá en derecho.

Por lo general la búsqueda del poder se da en la arena de la política o del conflicto, que se desarrolla en dos planos: por un lado, entre individuos, grupos y clases que luchan por conquistar el poder, y entre el poder que manda y los ciudadanos que los soportan. Estos intereses conllevan a la lucha por imponerlos y así el o los individuos conseguir sus objetivos.

Es en este aspecto los factores reales de poder, son factores que buscan imponer una serie de condiciones dentro de un país de manera que los beneficiarios sean quienes los impulsan, en cada etapa de la sociedad en un determinado país, ciertos sectores implantan estos factores, dependiendo de sus intereses. Por eso es que su argumento para describir lo que es una Constitución y su esencia, radica en torno a estos factores reales de poder, porque deben tener una fuerza que los hagan eficaz para ser impuestos.

No podemos dejar de lado los referentes históricos de las etapas feudales cuando el rey era más ornamental que la fuerza real que tenía y el proceso que se fue dando gracias al crecimiento de las ciudades y como estas fortalecieron la figura real que pronto creo sus propios ejércitos y derrumbó a los señores feudales para implementar las monarquías absolutas. Posteriormente la lucha de la clase burgués, de los adinerados que buscaban que sus intereses no fueran socavados por la figura real, buscaron la forma de someter la fuerza del monarca. Lo que también trajo consigo que el pueblo tuviera necesidad de mejores condiciones de vida por lo que las luchas de los ciudadanos contra las clases dominantes también fue un factor determinante en el proceso de transformación de las instituciones que regían a varios países.

Al concebir una Constitución se buscaba implantar esas ideas, preceptos e intereses de la clase dominante en turno. La acción política es al fin el factor que mueve la transformación Constitucional pero toda acción debe de proclamar la realidad de las cosas, evitar caer en la política que miente y engaña solo para obtener sus propósitos. El caer en una política de mentira orilla a no ver la realidad y cuando esta realidad se pierde, se pierden con ella los factores reales y efectivos de poder, que traen consigo la búsqueda de implantación de otros factores de acuerdo a los intereses que están en pugna.

En México podemos observar cómo se da la lucha por el poder, por el buscar implantar esos factores reales de poder y aunque se ha mantenido en la arena política, empiezan a notarse factores de conflicto violento. Por lo que nos llevaría a la pregunta de si nuestra constitución actualmente contiene los factores reales de poder que la hagan efectiva o es necesario buscar una transformación de la misma y de las instituciones jurídicas y en general de la sociedad. Porque las leyes también deben de cambiarse y adaptarse a su sociedad que es encuentran en un constante cambio y que día a día su realidad y sus necesidades son otras.

CONCLUSIONES

• Una Constitución es la descripción de cómo interactúan todos los componentes de una sociedad y la forma en que unos se imponen sobre otros de acuerdo al momento y las circunstancias y los intereses, pero evitando el caos y el conflicto.

• Cada una de las fuerzas que influyen en el proceso político y social de un determinado país son fragmentos de la Constitución porque son los intereses que son posteriormente plasmados dentro de la misma carta magna.

• Los factores reales de poder varían dependiendo del momento político, social e histórico, de cada país, al momento de su organización política y económica que influyen en la forma de gobierno y de quienes detentan el poder mismo ya sea político o económico, militar, o incluso la fuerza social, como el caso de la monarquía, la aristocracia, la gran burguesía, los banqueros, la pequeña burguesía y la clase obrera.

• Una Constitución debe ser real y efectiva, la realidad reside en lo que acontece en ese momento en el país, político, social, económico y esta realidad para que sea efectiva tiene que ser plasmada para cubrir las necesidades de esos factores de poder.

• El ejercito es un poder fundamental debido a su organización misma, al contrario del resto de la nación que no se encuentra organizada, o no de una forma adecuada, este postulado depende mucho de la fuerza, el adiestramiento y las armas que comprenden al ejército.

• La acción política es al fin el factor que mueve la transformación Constitucional pero toda acción debe de proclamar la realidad de las cosas, evitar caer en la política que miente y engaña solo para obtener sus propósitos.
• Constitución que no sea real y efectiva, y que sólo esta plasmada de manera escrita, es decir que no tenga validez, conllevara al conflicto de manera inevitable.

domingo, 19 de abril de 2020

EL SISTEMA BUROCRÁTICO durante el régimen del partido único en México (PRI).

La Burocracia en México

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Partido Revolucionario Institucional

Resulta emocionante redescubrir un gran paradigma que suele tener múltiples interpretaciones y distintos puntos de vista, en un esquema minuciosamente configurado por cientos de caracteres que lo han integrado en su transformación contemporánea e histórica en relación al funcionamiento de la Administración Pública y el Sistema Político. Para ello es importante que se entiendan las características, de la burocracia en nuestras instituciones, que si bien son distintivas desde la visión de cada sistema político, en su estudio es posible construir una forma de aproximación a su estructura y organización.

Esta idea integral sobre el estudio de la Administración Pública, se vislumbra desde sus dimensiones operativas, las cuales pueden ser entendidas a raíz del desarrollo de nuestra sociedad. En ese sentido, la Administración Pública no es un espacio, ni un objeto, porque si bien se encuentra conformado por individuos, organizaciones e instituciones, este puede ponderarse por sus acciones desde los marcos operativos y normativos que lo regulan, haciéndose un fenómeno social complejo cuyas raíces se dimensionan a la par del Estado.

Este instrumento del ejercicio del poder político tiene en su estructura el sujeto de una doble significación (desde el gobierno y desde la sociedad). Algo que nos demanda a distinguir su funcionamiento, como organización y dentro de sus formas de relación con la sociedad (desde gobierno, sociedad e instituciones). El funcionamiento de la Administración Pública en los Gobiernos se relaciona con sus capacidades de respuesta frente a múltiples demandas de distintas organizaciones formales e informales.

Esto resulta ser un elemento ajeno a su determinación y forma parte de las transformaciones del entorno político, y de organización social. Así, el estudio de la Administración Pública requiere de un doble esfuerzo para conocer los rudimentos de su dinámica operacional, lo cual se configura en el sustento del marco institucional, que pondera su funcionamiento a la construcción burocrática dentro del cimiento institucional.

Análisis de los conceptos

En primer lugar la Administración Pública puede o debe observarse como “la que tiene la gestión de los asuntos comunes respecto a las persona, de los bienes y de las acciones del ciudadano como miembro del Estado, y de su persona sus bienes y sus acciones como incumbiendo al orden publico.”[1] Desde esta  perspectiva se busca trascender su sentido empírico y funcional para tratar de entender los alcances de su acción, de las interpretaciones de sus resultados, de las consideraciones sobre su impacto, de la búsqueda por transformarse y de la dirección de su organización. Por lo que requiere de habilidades y de capacidades de análisis que busquen distinguir a quien sólo ejerce la burocracia, de quien busca comprender su funcionamiento desde su estudio.

El rol de la Administración Pública en el ejercicio del Gobierno y el papel que responde desde la perspectiva del poder político en el Estado, es algo sumamente importante observándolo como un fenómeno que en sus raíces se encuentran a la par de las instituciones y organizaciones políticas de la sociedad, que también lo conducen a formas de organización que lo limitan, dimensionan y transforman, ideándose así, una prospectiva que se orienta a una construcción, donde actores como el Estado, las instituciones y la sociedad civil se ven asociadas en un marco constructivo, de la cual, surge el diseño institucional, que determinan o influyen directamente en la dinámica gubernativa.

La Burocracia como modelo de dominación y forma de organización en el partido único.

En un primer momento hay que puntualizar que la creación del PNR constituyo un hito importante para la concretización de la vida política en México ya que la principal función del Partido Nacional Revolucionario consistiría en organizar y llevar a cabo las elecciones, tarea que antes estaba encomendada a la Secretaría de Gobernación; y es precisamente por esta encomienda que la creación de este partido político lo caracteriza como una institución de las más jóvenes después de la etapa revolucionaria, está institución fue el principal patrimonio de esta sociedad posrevolucionaria. De este modo la institución se convirtió en el principal determinante del tipo de organizaciones e interacciones permitidas a la libertad del individuo en la sociedad.

En éste caso las organizaciones quedaron conceptualmente distantes de las instituciones, de tal forma que las organizaciones representaban el aspecto específico de un fenómeno más general, como lo fue el caso de esta institución. En concreto esta institución fue creada como “una limitación ideada por el hombre que dio forma a la interacción humana y estructuro incentivos en el intercambio, político, social o económico”[2], y “además esta institución definió y limito el conjunto de elecciones de los individuos[3].  Aunado a esto los costos de funcionamiento de la institución incluyeron no sólo al marco institucional sino también a las organizaciones que surgieron como consecuencia de él, dejando a “las instituciones como las reglas del juego, y las organizaciones como los equipos”.[4]

Ahora bien retomando el surgimiento del PNR en un principio su creación se vio orientada a reducir la incertidumbre durante las elecciones presidenciales “evitando” de cierta forma un fraude electoral la cual no dejo de modificarse teniendo una constante evolución, (PRM, PRI) alterando el marco de referencia para las elecciones; basándonos en esto último es preciso puntualizar que esta evolución se debe precisamente a una interacción entre instituciones y organizaciones, en donde las organizaciones, surgieron en función de los incentivos que generaban las instituciones, así las organizaciones actuaron para modificar las instituciones en función de sus intereses (con el surgimiento de grupos especifico de obreros, campesinos y clases medias además de partidos políticos de oposición y la misma burocracia). 

Bajo esta estructuración las visiones ideológicas favorecieron el cambio institucional de tal forma que el cambio institucional se fundamento en la influencia de la ideología de los políticos y es bajo esta misma línea en la cual la Burocracia tomo un rol importante en el juego estratégico del sistema político mexicano, ya que la burocracia se presento como un punto firme y contundente en la elaboración y construcción de las dimensiones de la Administración Pública; de esta manera la burocracia involucrada en un Estado está también instaurada en instituciones, organizaciones y poderes políticos, lo que a la par termina ejerciendo un marco institucional, que contiene un poder infraestructural lo que lo lleva a una organización burocratizada que se desempeña en una organización mediante formas de dominación en un dilema dual de gobernantes y gobernados.

Así la Burocracia actúo como una forma de organización la cual era referente central para entender la estructura y operación de los sistemas administrativos. Lo que nos lleva, a observar dimensiones más específicas sobre la burocracia, las organizaciones y su ejercicio en el gobierno. De tal forma que la contemplación de la idea de organización burocrática dentro del PNR está enfocada desde una perspectiva funcional y de sistemas que le permitieron reconocer directrices básicas de su funcionamiento como las implicaciones administrativas de la toma de decisiones y los límites intrínsecos de su accionar. Estas condiciones mostraron un acercamiento a la dimensión de los problemas y de las distintas formas de respuesta.

Así este contacto entre el Estado y la sociedad trajo consigo consecuencias importantes para el gobierno burocrático del PNR, entre las que destacan la aplicación de las leyes por medio de la Administración Pública, que da un significado directo para los ciudadanos, e impacta en los niveles de interacción cara a cara entre la figura del gobierno y los ciudadanos, de esta forma la burocracia tomo importancia sobre todo en la creación de una imagen de gobierno en la mente popular, lo que permitió que “los ciudadanos reportaran que la mayoría de sus interacciones con el gobierno fueran positivas.”[5]

De esta manera la Administración y el Estado convergen dentro de un instrumento de dominación que es exclusiva de a las clases dominantes, la cual se dividen según Max Weber en tres tipos que son la carismática (despersonalizado), la tradicional (descentralizado) y la legal (conocimiento profesional), con “la posibilidad de imponer la voluntad dentro de una relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera sea el fundamento de esa probabilidad[6], tendiendo así la relación entre el gobernante (quien cree tener derecho) (PRN) y el gobernador (quien cree tener obligación) (ciudadanos).

Siguiendo la misma línea de argumentación durante la etapa del PNR y sus siguientes transformaciones PRM y parte del PRI las conceptualizaciones de la burocracia de Weber se concretaron mediante un alto grado de especialización, una estructura jerárquica de autoridad, con áreas de competencia y responsabilidad bien delimitadas, y un reclutamiento del personal basado en el conocimiento técnico y alianzas de amistad; por lo que se fundamento dentro del ejercicio del control y la razón.

De este modo “no solo la Administración Pública se burocratizo, sino que gradualmente también lo hicieron todas las instituciones sociales que se iban creando”.[7] Esta transición dio paso a que las instituciones fueran cada vez más reguladas por reglas racionales e impersonales dirigidas solo a conseguir una máxima de eficiencia. Por lo que la jerarquía se convirtió en una escala de medición de la burocratización en las organizaciones desde el nacimiento del PNR hasta el cambio institucional con el PRI.

Agotamiento del modelo burocrático en el partido único

El modelo burocrático como modelo impositivo y autoritario tuvo una aceptación “obligada” dentro del contexto mexicano ya que, el solo hecho de la contextualización posrevolucionaria no dejaba un amplio margen de opciones pero fue por esta misma razón que desde su inicio también se veía implícito un debilitamiento a futuro y eso fue lo que sucedió; partiendo de que la Administración Pública es una explicación del interés colectivo y su legitimidad depende de cierto grado de su capacidad para desempeñar un papel en la consecución de los intereses. De este modo, el papel de la Administración Pública estaba bajo un constante ataque lo que creó desconfían de la participación de los burócratas durante el gobierno priista tendiendo que encontrar nuevas válvulas de escape.

La burocracia se empiezo a derivar y a regir  por leyes sobre la Administración Pública y su forma de organización teniendo en concepción al sistema político y al sistema administrativo, en donde la burocracia apareció como el seguimiento para solucionar demandas de la sociedad aunado a esto conceptos como la legalidad, la racionalidad, la autoridad, la especialización, la eficiencia y eficacia empezaron a tener un sentido retorico que recayó en una nueva conceptualización de la burocracia.

De este modo, una organización sumamente compleja  (burocratizada) empezaba a producir fricciones y, como consecuencia, también un cierto grado de ineficiencia, ya que por un lado, “la burocracia empezaba a verse como un Leviatán, una organización monolítica sin restricciones de los controles políticos y balances, y que poseen un apetito insaciable por el poder, también se empezó a ver como un bufón de la corte, una floja colección de los organismos que carecía de ideas, de coordinación y de sentido común.”[8]

Así, la debilidad de lo político en las instituciones del gobierno y en los gobiernos democráticos encabezo una la pendiente resbaladiza de sobrecarga y de crisis en el sistema político. De esa forma, los problemas del Gobierno fueron indicativos de un rechazo más general aunado a una gran organización en la sociedad. De tal magnitud que la burocracia se empezó a ver como la falta de dirección dentro de la política, ya que se impedía la aplicación de políticas por lo que el gobierno se paralizaba y era ineficaz.

Otro punto que empezó a tomar efervescencia fue la falta de liderazgo que supuestamente se asedia tradicional en instituciones de gobierno, en donde los líderes tenían la gestión de los gobiernos, pero con la carga burocrática no era posible proporcionar la orientación necesaria. Esté era un aspecto muy importante ya que “la calidad del gobierno depende de la calidad de las instituciones y del diseño constitucional, pero también de la calidad del liderazgo, de lo acertado de las creencias de la población acerca de la naturaleza del mundo en el que viven y de la existencia de preferencias por una sociedad que sea justa para la minoría como lo es para la mayoría”.[9]

Otras deficiencias se empezaron a encontrar en la elaboración del presupuesto y en la elaboración de la agenda gubernamental, que se reflejaban en la insuficiente información para controlar la orientación e impacto en la política de gasto y de las políticas públicas; y la concentración de la negociación presupuestaria en la adquisición de insumos por la falta de relación entre el contenido programático y el ejercicio del gasto y el ejercicio político, lo cual no permitía identificar resultados de programas y la evaluación del cumplimiento de las normas y de asuntos competentes para la agenda gubernamental. (No había una administración conjunta), (“No había gestión por redes”).

De esta manera solo se acarreaba confusión y del mismo modo todas las reglas, dirigidas a impedir cualquier acción arbitraria, que imponían un control y disciplina eran rigurosas. Por lo que el incremento de la burocracia, durante décadas dentro de nuestro sistema político fue un reflejo de disminución de la libertad individual. Así como un reflejo de ineficiencia.

Hacia nuevas alternativas; modelos post-burocráticos 

En las más recientes décadas partir de la implementación del neoliberalismo el sistema político mexicano aun comandado por el PRI experimento grandes cambios que lo incitaron a cambiar el diseño institucional hacia un nuevo orden y consigo se modifico en cierta medida el fortalecimiento de la legitimidad de las instituciones del sector público dando cabida a distintos cambios en la Administración Pública. Mediante reformas del sector público, se empezaron a adoptar papeles en donde el administrador público pasaba a ser gerente, alterando consigo los incentivos de carrera de los altos directivos públicos dando un nuevo giro en la naturaleza de sus cambios.

Así la Administración Pública comenzó a comunicar las decisiones políticas a la sociedad, para que los ciudadanos tuvieran una entrada más directa en la nueva burocracia pública. Dentro del campo de la gestión política, podemos visualizar reformas a la Administración Pública las cuales se iniciaron bajo el discurso de generar un gobierno cada vez más eficiente, efectivo y de calidad orientado hacia el ciudadano-cliente entrando en una fase de intensa recomposición. Bajo un marco metodológico y un diagnóstico claro de un proceso, que se adecuara a la capacidad del Estado y de los gobiernos para un posible mantenimiento mínimo de gobernabilidad, que se generara bajo una propuesta de reforma, por un gobierno modesto pero capaz de enfrentar y dirigir con éxito a los problemas públicos.

En pocas palabras se seguían dinámicas de gobernanza la cual se sustenta en la teoría de que “mayor participación ciudadana traerá consigo mayor calidad en la tarea de gobernar”.[10] Esta reconfiguración también orientaba a generar gobiernos que sustentaran su actuación en términos de resultados y de impactos reales observados, con la finalidad de transformar mecanismos de acción.

Esta convicción estaba dirigida a que los gobiernos actuaran por la obtención de resultados y no sólo en el control de recursos y gastos. Así la transformación del proceso presupuestal, se oriento al control de los gastos y a la búsqueda sistemática de resultados específicos, por lo que bajo el paradigma de los incentivos y lógicas hacían de los agentes públicos, gerentes. Otro punto sólido es la definición conceptual, sobre la base legal e institucional, en donde muchas de las limitaciones que se observaban en el sistema burocrático se ven reducidas. De esta forma se dirige a un presupuesto de resultados, con reglas de interacción claras que generaban mecanismos con los cuales las agencias gubernamentales iban adquiriendo autonomía de gestión sin perder congruencia y control sobre el aparato gubernamental.

Por lo que esta autonomía incremento la posibilidad a que los problemas sociales actuaran de manera informada y comprometida en su solución, de esta forma podemos decir que esta transformación implica cambios en el sistema de administración, el empleo de la planeación estratégica, y la implantación en todas las dependencias y entidades de la Administración Pública de una Nueva Estructura y de un Sistema de Evaluación a través de indicadores.

La mejora en la eficiencia, en los mecanismos de medición y evaluación del desempeño del sector público, transformaron a la Administración Pública en una organización eficaz, eficiente y con una arraigada cultura de servicio integrando un mecanismo guiado por redes. En términos generales la modernización administrativa comprende dos grandes apartados: el primero incluye una reforma legal y normativa y el segundo comprende una reingeniería organizacional para elevar la calidad de los bienes y servicios.

De esta manera, se crear un sistema de planeación y programación del presupuesto de políticas, haciéndose más ágil, transparente, flexible, asertivo y útil, permitiendo al sector público elevar el valor, así como transformar el sistema presupuestario para que se convierta en una herramienta orientada a los resultados.

De esta forma los objetivos de la gestión pública son fortalecer un cambio en la gestión gubernamental encaminado a la obtención de resultados y a la satisfacción de los usuarios, así como analizar el desempeño de las dependencias y entidades, sobre el cumplimiento de sus objetivos. De esta forma, se otorga elementos de apoyo, para promover la credibilidad del Gobierno, mejorar la asignación de recursos, incorporar nuevas herramientas tecnológicas e identificar programas que requieran estudios para justificar su existencia. (Eliminación del monstruo burocrático) Así, este sistema supone una integración de distintos componentes, como auditorías al sistema, encuestas a la población, incorporación de tecnologías de información, convenios de desempeño y construcción de indicadores.

Agregado a esto los valores buscan inducir en el comportamiento de los actores gubernamentales los paramentos de la eficiencia, calidad, innovación, cuidado de los costos y resultados; también se generan mecanismos legales o institucionales para que los valores se conviertan en comportamientos normales; y generar parámetros de las “reglas del juego” para evitar la falta de congruencia o de control mínimo sobre los recursos públicos. De alguna manera es fundamental ver la complejidad de la función en autonomía y de las organizaciones gubernamentales con el fin de que puedan comprometerse a obtener resultados.

De esta manera, el marco legal, el marco normativo y el marco institucional buscan que los espacios organizativos permitan dos cosas: dirigir a resultados a las agencias gubernamentales y otorgarles nuevos marcos de relación con las agencias controladoras (redes organizativas). A partir de un proceso que busque que los organismos gubernamentales vayan tomando un papel más autónomo, conforme los resultados. Así las reformas a las organizaciones gubernamentales son muy claras en el incremento de la eficiencia que viene ligado a un incremento en la flexibilidad, en el manejo de la organización, abriendo para los funcionarios públicos mayores márgenes de acción e incentivos a la innovación, encontrando mejores caminos para resolver los problemas públicos o de satisfacer las demandas de la sociedad.

Conclusión

Las reformas presupuestales dirigidas a resultados requieren de transformar el marco institucional y político en el que se mueven, para construir estrategias de choque que buscan romper las inercias burocráticas. Debido a esto la reforma es un proceso de constante negociación, no sólo de instrumentos, sino también de valores, de la misma manera no hay entonces una seguridad de que por sí mismos los instrumentos y los valores de la reforma se mantengan incuestionados. Así que la contradicción entre organismos gubernamentales autónomos y la congruencia valorativa o la rendición de cuentas es una de las principales paradojas de las reformas.

Tanto la gestión pública como la gobernanza son los dos elementos que nos permiten tocar temas de gran relevancia para el campo de estudio de la Administración Pública, permitiéndonos reflexionar sobre la construcción de lo público organizacional, que a su vez nos conduce a pensar en la ética pública y los valores de la acción política del gobierno, sobre el institucionalismo y así como lo político y lo práctico de la gestión pública como articulador de reformas administrativas; hilado de su importancia pendiente con la democracia como eje toral de la administración frente a la problemática de la burocratización para finalmente señalarnos los acuerdos internacionales sobre la gobernanza que las sociedades contemporáneas buscamos para dirigirnos hacia una forma de gobernarnos en la que sólo se conciba esta acción desde la consideración de la política como acción conjunta de los individuos en sociedad.


Bibliografía

[1] C. J., Bonnin citado por: Guerrero, Omar, “La administración pública a través de las ciencias sociales”, México, Fondo de Cultura Económica, 2010, p. 297.
[2] North, Douglass C., “Instituciones, cambio institucional y desempeño económico”, México, Fondo de Cultura Económica, 1993, p. 13
[3] North, Douglass C., Op. Cit., nota 2, p. 14
[4] Ibidem, p. 15
[5] Mouzlis, Nicos. “Organización y burocracia: Un análisis de las teorías Modernas sobre organizaciones sociales”. Barcelona: Península, 1991, p. 37
[6] Weber, Max. “Economía y sociedad”.  Fondo de cultura económica, México, 2005, p. 43
[7] Muños Patraca, Víctor Manuel, “acenso y caída del partido hegemónico: partido revolucionario institucional 1946-2000”, siglo XXI, México, 2006, p. 46
[8] Mouzlis, Nicos., Op. Cit., nota 5, p. 50
[9] Levi, Margaret, “Por qué necesitamos una nueva teoría del gobierno”, Revista Española de Ciencia Política, núm. 14, México, 2006, p. 12
[10] Peters, B. Guy, “Gobernanza y burocracia pública: ¿nuevas formas de democracia o nuevas formas de control?”, Foro Internacional, 182, vol. XLV, núm. 4. 2005, p. 586


jueves, 16 de abril de 2020

LA CRISIS ECONOMICA EUROPEA y la reacción social en los procesos electorales. Comparación entre sistemas parlamentarios (España e Islandia).

Sistemas Políticos y Sociedad Civil

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Sistemas Políticos Comprados

Son pocos los acontecimientos que trastocan las partes más sensibles de un sistema político, al igual son pocas las circunstancias que encienden luces rojas dentro de un mismo bloque sistémico y más aún cuando el trasfondo de estas perturbaciones se ve desatada en un continente que históricamente había sido referencia de estabilidad; los efectos surgidos a partir de estas contextualizaciones son consideradas de mayor grado, ya que no solo se altera a una figura en particular, o aun conjunto sistémico, sino que, tiene influencias generales que causan un desajuste global.

Una situación que causo contracciones dentro de los sistemas políticos fue la crisis de liquidez que se vivió en el 2008 en uno de los pilares de todo sistema político como lo es el sector económico, el cual, es un paradigma que se desglosa según el contexto en él se encuentre, en este caso se presentó en un país perteneciente a la Unión Europea y otro que pertenece a la Asociación Europea de Libre Cambio, ambas confederaciones tienen el objetivo de expansión económica y estabilidad financiera de todos sus miembros.

Pero, aunque contextualmente estos sistemas no se encuentren en un mismo conglomerado si tienen una interacción es el Espacio Económico Europeo y se rigen bajo un mismo sistema político parlamentario, además de que ambas naciones sufrieron las consecuencias de esta crisis económica del 2008; esta crisis fue tan catastrófica, a tal punto que afecto al contexto económico mundial.

Si se visualiza este acontecimiento, no como algo general sino como algo enfocado a la raíz y génesis de los efectos principalmente en Europa, (una escala más reducida) se pueden focalizar las verdaderas consecuencias que desatan este tipo de perturbaciones en todo sistema político, sobre todo, si se está asociado de una manera directa como es el caso de estos países, que comparten a un espacio geografico, un Espacio de interacción Económica y un mismo sistema político estipulado bajo la figura del Parlamento.

Estos dos casos se encontraron en una encrucijada muy deteriorada, a partir de los sucesos ocurridos por la crisis económica, los cuales, son países que se encuentran en una situación media entre las sociedades europeas, tales casos corresponden a España e Islandia, dos naciones que resintieron de manera directa la caída de la economía a tal punto de poner en jaque a sus sistemas políticos.

Relevancia de los estudios comparados

La importancia del estudio comparativo, tiene su justificación como un elemento circunstancial, semejante a lo que se encuentra en un proceso típico y esencialmente humano; es una acción constante dentro de un paradigma asociado consigo mismo que es visto como algo particular en circunstancias específicas, que tiene como finalidad la utilización de un medio que este asociado con otro en cualquier actividad.

Dentro de estos aspectos se pueden comparar a los países entre sí: su economía, infraestructura, comunicaciones, e infinidad de categorías. Bajo estas comparaciones resultan más que evidentes las diferencias de un país respecto a los demás, pero con la comparación se buscan aspectos más profundos, y no solo una relación ambigua y meramente articulada, se pretende dar respuesta a preguntas como, ¿qué provoca que unas naciones evolucionen más rápido que otras?, ¿qué factores han influido para desviar los caminos de las diferentes sociedades? ¿Son todas las sociedades iguales? ¿Las relaciones entre las sociedades y el gobierno son equiparables en un contexto general? ¿La influencia política de las sociedades es igual en todas las naciones? Para responder a estas preguntas es necesario comparar, puesto que teniendo conocimiento de las situaciones anteriores y de otras sociedades, podemos llegar a esbozar una guía para solucionar un problema concreto. Para dibujar los escenarios futuros en los que se insertan las naciones, en este caso es necesario conocer previamente su contexto histórico, económico, político, cultural, social, y emplear la información siguiendo una metodología concreta.

La relevancia del estudio comparativo permitirá desarrollar puntos nodales que nos enfrentan a una encrucijada entre ambas naciones creando un ambiente que facilite el enfoque de análisis de tendencias, convergencias y divergencias, y se buscara con precisión las causas de los fenómenos observados en este caso las nociones básicas de la crisis económica y el desenvolvimiento social que surgió ante el gobierno en cada uno de los países.

La comparación implica la búsqueda de diferencias y semejanzas en el marco de un esquema general teórico que ayude a la determinación de hechos cruciales que serán determinantes para el desarrollo y análisis de cada uno de los factores que sobresale dentro del sistema político, derivado de la perturbación económica. Esto permite explorar patrones, procesos y regularidades concebidas durante el lapso del tiempo analizado, que hace visibles las tendencias y cambios de patrones en cada uno de los contextos.

Utilidad del enfoque sistémico

La teoría general de los sistemas se emplea como una aproximación y representación de la realidad, sirviendo como base y guía de aproximación multidisciplinar respecto a problemas puntuales (la inestabilidad de la economía y la reacción social ante la severa crisis). Al reconocer la parte central del análisis, se establece la existencia de una serie de conceptos genéricos aplicables con el manejo de algunas palabras clave para desarrollar un análisis comparativo entre sistemas, como, flujos, ciclos, realimentación, sistema abierto, interacciones mutuas, jerarquías, equilibrios y desequilibrios, estabilidad, evolución, etc., que resultan aplicables a la idea del sistema.

El enfoque sistémico está sustentado como una parte fundamental de análisis que permite integrar globalmente la totalidad de los elementos de los sistemas en cuestión, así como las interacciones e interdependencias entre ellos. Dentro de estas características se puede puntualizar que los sistemas en sí mismos, tendrán un conjunto de elementos en interacción que se vinculan a las variantes que se encuentran dentro de la retroalimentación de los elementos.

Esto permite llegar a principios generales, estructuras y funcionamientos en común de los sistemas, que guían el análisis comparativo hacia un orden que se centra en las interacciones entre elementos, los efectos de las interacciones, la percepción global, las variables simultáneas, la validación de hechos por comparación y funcionamiento del modelo con la realidad.

Justificación y Objetivo

La justificación está ligada a analizar el fenómeno paradigmático desprendido de los países europeos, bajo la crisis económica y sus repercusiones en la sociedad y el sistema político en un corto, mediano y largo plazo, y el fenómeno particular de las acciones implementadas por las sociedades, en distintos contextos como España e Islandia, las cuales tuvieron un trasfondo democrático ligado a sus elecciones presidenciales, en medio de un caos derivado de las perturbaciones económicas que azotaron a ambos países.

El objetivo va dirigido al análisis comparativo entre ambos países, lo que resulta un ejercicio intuitivo e interesante respecto a las asociaciones que encasillan a ambas naciones las cuales se presentan en contextos y condiciones similares, pero con mecanismos de reacción distintos que es una referencia para la conducción de las consideraciones del análisis.

Los objetivos están principalmente enfocados a determinar la estructura electoral, el manejo democrático, los mecanismos de protección de los sistemas y la influencia e importancia que la sociedad civil tiene dentro del sistema político durante las etapas de crisis que se percibieron en cada uno de estos países.

Comparación de subsistemas (Sistemas Políticos Comparados España e Islandia)

Como un primer aspecto, España e Islandia suscita su presencia dentro del bloque sistémico de Europa, en donde España está presente como uno de los pilares históricos del bloque de la Unión Europea, el cual ha estado presente desde la conformación de la U.E. y con gran influencia dentro de las grandes potencias europeas, su historia está inmersa dentro de una línea de altibajos que la mantienen como un país que es importante, pero no es consistente en toda su estructura, dejando su presencia bajo las potencias europeas, Francia, Inglaterra y Alemania.

En el caso de Islandia, este se encuentra con una historia independiente bastante reciente, haciendo de su participación algo desapercibida y no es un país referente o de gran opulencia dentro del contexto europeo por lo que dentro de su concepción se podría catalogar como parte de otro subsistema, en el cual si tienen un impacto más importante dentro del contexto de los países nórdicos, siendo parte de la Asociación Europea de Libre Cambio, haciendo del contexto europeo, un contexto de fracciones que son muy distintas entre sí pero que igual congregan un mismo sistema continental lleno de interacciones.

Esta generalización respecto a los sistemas también despliega un punto que es de resonancia entre ambas naciones, en esta caso corresponde a su forma de gobierno la cual se ve manifestada en una forma parlamentaria, lo cual es algo muy característico ya que ambos países resguardan esta particularidad como la forma de gobierno clásica de los países europeos, en este caso España tiene una doble legitimidad ya que también cuenta con una monarquía constitucional, el desarrollo de este sistema de gobierno es un punto nodal entre sociedades las cuales sigue las tendencias de los primeros parlamentos.

En el caso de Islandia se puede referir a esta como uno de los sistemas parlamentarios más antiguos de Europa y es concebido como uno de los modelos parlamentarios más desarrollados lo que le permite una gran competencia entre las demás figuras que conforman al sistema, en este caso la influencia y solidez del sistema parlamentario islandés sobresale en funcionamiento y eficacia ante la forma de gobierno de España.

Otro rasgo que es preciso apuntalar, es su sistema electoral, un punto clave que se presenta como el mecanismo más directo en la interacción que se desglosa entre el gobierno y la sociedad civil, y funciona como referencia a la situación de certidumbre; en el caso español sus elecciones generales se celebran cada cuatro años. En estos comicios se vota a los representantes de las dos cámaras que forman las Cortes Generales: el Congreso y el Senado. Los escaños del Congreso y del Senado se reparten entre los partidos participantes.

En el caso islandés El Presidente es elegido por mayoría de votos para un mandato de 4 años y el Primer Ministro es nombrado por el presidente con la aprobación del Parlamento. En el Parlamento (Althing), tiene 54 miembros que son elegidos a través de un sistema de representación proporcional de lista abierta para un período de 4 años y 9 miembros son elegidos por listas abiertas de representación proporcional en circunscripciones plurinominales para un mandato de 4 años.

La única variante que se ve introducida entre ambos sistemas se presenta en la figura del rey, pero no es un factor que tenga gran peso en las cuestiones directas del sistema político, administrativo y la forma democrática del gobierno, por lo que solo se presenta como una figura representativa (simbolismo). En rasgos generales se puede visualizar que en España hay un procedimiento más riguroso en la elección teniendo un trasfondo de más competencia pero lleno de obstáculos; en Islandia parece ser contrastante, ya que mantienen un modelo muy pulcro y ordenado en las forma de elección dejando una vía más fácil en la comunicación entre la sociedad y el gobierno, pero que también mantiene un margen muy pequeño que lo arriesga a una confrontación muy directa, haciéndose un sistema débil y de poco control.

Ahora tomando en cuenta todo lo antes mencionado se puede llegar a concretar que todos estos factores se vieron afectados y se alinearon de cierta forma al momento del impacto de la crisis económica, en donde, la reacción de ambas naciones se vio reflejada bajo dos direcciones, uno de ellos fue la reacción misma del gobierno y otra fue la réplica equivalente a la reacción social, que en ambos países se vio como una acción adoptada por la sociedad al tener un sentimiento de insatisfacción ante su gobierno.

En el caso de España la crisis económica deterioro y empezó a advertir los principales indicadores macroeconómicos a partir del año 2008, y cuyas consecuencias se han extendido en el tiempo hasta la actualidad, no sólo en el plano económico sino también en el político y el social, esto fue el inicio de un movimiento social (Los Indignados) que buscaba una respuesta a partir de su contexto y condición.

En el caso islandés la crisis financiera del 2008-2009 fue una crisis económica que implicó el colapso de los tres principales bancos comerciales del país tras su deuda a corto plazo con el Reino Unido. Comparado con el tamaño de su economía, el colapso bancario de Islandia es el mayor sufrido por cualquier país en la historia económica mundial, estas fueron las mismas condicionantes que se presentaron en España, las cuales dieron pie a que se expandiera como una problemática más amplia dentro de los sectores políticos y sociales dando inicio a movimientos sociales, que en el caso de Islandia no fueron tan publicitadas como en el caso español pero teniendo un impacto más radical (La Revolución Silenciada).

En ambos casos la reacción social surgió en una sola proclamación y se hizo más presente cuando mediante las elecciones de cada país una vez caídos en la crisis, la aceleración del impacto social se notó y afecto la esfera sistémica de cada país; en el caso español el impacto de los indignados ha causado estragos mediante la utilización del voto retrospectivo o retroactivo ante su gobierno cambiando su mandato según los avances visualizados, que hasta en la actualidad sigue siendo el mecanismo más adoptado por la sociedad española pero sin conseguir grandes cambios respecto a su régimen gubernamental.

En cambio lo ocurrido en Islandia tuvo repercusiones casi instantáneas ya que el movimiento civil suscitado en este país se vio más poderoso y sobrepaso la fuerza misma del gobierno, actuando de tal manera que esforzó cambios y restructuraciones dentro de su sistema político a tal punto de responsabilizar a los banqueros y al gobierno de los problemas financieros, logrando con esto una actuación de continuidad bajo su presidente quien fue reelecto al haber implantado las demandas de la población en un marco de conciliación entre el gobierno y la sociedad.

Principales aspectos a destacar

Entre los principales puntos esta la relación entre el gobierno y la sociedad en donde la respuesta social ante la crisis financiera, se reflejó bajo el estandarte democrático y bajo grupos de presión surgidos por las perturbaciones hacia sus intereses, esto se asocia claramente bajo la reacción política de la sociedad la cual utilizo los mecanismos que le son conferidos para protegerse ante la negligencia de su Gobierno.

Otro aspecto que se puede destacar recae en la figura del gobierno y los mecanismos de respuesta del sistema de gobierno y el sistema político para subsanar las demandas que los grupos de presión exigen para su bienestar (implementación de políticas públicas). Estos mecanismos de control deben ser destacados en ambos contextos las cuales se dieron en diferentes planos temporales tanto a corto, como mediano o largo plazo.

Otro punto es la encrucijada electoral en medio de la crisis económica lo que permitió el impacto directo de los grupos sociales que estaban inconformes ante la incompetencia de su gobierno. La evaluación del gobierno según la sociedad civil que en ambos países se subsano de forma diferente, pero con un mismo objetivo de proteger sus intereses tras la caída de su economía. Así el punto nodal y la encrucijada de ambos contextos se refleja en la toma de decisiones y sus consecuencias en la actualidad, en donde, las repercusiones se dan de una manera distinta pero siempre resguardan el mismo fin último que es el bienestar general de la sociedad.

Conclusiones

El análisis sistémico comparativo entre España e Islandia parecería un tanto complicado de comparar y sin duda hay grandes diferencias en todos los aspectos a tal grado que podría ser una comparación desigual si decimos que Islandia soluciono sus problemas muy rápido y España no, pero es precisamente esto lo que nos pone en un dilema que nos orienta a un análisis más complejo, pues a un punto de vista más analítico ambas sociedades se ven influenciadas por una misma causa pero el nivel de desarrollo y el tamaño de la población y las costumbres abstraídas de cada nación parecen ser variables que terminan influyendo en la toma de decisiones por parte del gobierno para tratar de corregir el camino ante la crisis que enfrenta todo sistema político.

Pero son estas diferencias y similitudes lo que hace que la comparación dentro estos dos sistemas políticos parlamentarios, encaje de manera singular en su carácter estructural, haciendo que otros factores complementarios del sistema cobren mayor relevancia, pero por medios distintos como se presentó con la inserción sobresaliente de los ciudadanos haciendo de estos países buscaran una solución real para sus problemas económicos.

lunes, 13 de abril de 2020

CONCEPTO DE GOBERNANZA, argumento, premisas y consideraciones para su análisis. (Guy Peters)

Gobernanza y Democracia

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Gobernanza

La Administración Pública se renovó en busca de la eficiencia del sector público por la incapacidad del gobierno para manejarse por sí mismo, esta ausencia de capacidad en gran parte, está sujeta a las demandas de la sociedad. Las reformas hechas en el Gobierno, se encuentran orientadas a fortalecer su capacidad para procesar las demandas de los ciudadanos y así responder mejor a ellas. La reformulación de la Administración Pública ha tenido el propósito de volver más eficiente el sector público, bajo el rubro de la Nueva Gestión Pública, que sustituyen las técnicas de gestión, haciendo que el sector público funcione de manera más semejante al sector privado, destacado el papel que tiene el gobierno como proveedor de servicios a sus clientes.

Las reformas enfatizan la capacidad de los clientes para tomar decisiones personales sobre los tipos de servicios que se reciben del gobierno, así la ciudadanía es vista como sujeto de la acción del gobierno, más que como un participante activo en la política. Este sector público, por ende, involucra a la ciudadanía en la acción de gobierno y en la elección de las políticas. Situando aquí el término más utilizado para nombrar estos cambios en el sector público que es la Gobernanza. La lógica en el enfoque de gobernanza es que la mayor participación ciudadana trae consigo mayor calidad en la tarea de gobernar.

Esta lógica se basa en principios democráticos y en parte en nociones administrativas y de eficiencia. Este principio democrático que subyace en la gobernanza se orienta a que la ciudadanía tenga más influencia en las políticas que se adoptan. En una democracia representativa los ciudadanos tienen cierto grado de influencia, pero ésta es indirecta y esporádica, y solo realiza el día de las elecciones. Cuando las organizaciones se hacen más abiertas y participativas, los empleados se sienten más motivados para invertir en ellas, su tiempo y energía.

Los mismos clientes de los organismos públicos son depositarios de una gran cantidad de información. Así, de acuerdo con el argumento de la gobernanza, el sector público debe operar mejor si los clientes, se involucran más. La pérdida de confianza es resultado, de la percepción de que los gobiernos están muy alejados de sus ciudadanos, por lo que desarrollar mecanismos de participación y empoderamiento es importante dentro de este esquema. El incremento de la legitimidad está estrechamente vinculado sobre la importancia que tiene la sociedad civil en la tarea de gobernar.

Al contar con grupos sociales activos en la sociedad se abre la puerta a la representación política y, eleva los niveles de confianza social y de cooperación. Así los modelos de gobernanza en la Administración Pública requieren de una población activa que pueda ser movilizada y exhortada a tomar parte en el sector público. Este nuevo paradigma impulsa un modelo de Administración Pública que funciona mejor si trabaja conjuntamente con los actores de la sociedad civil. Las sociedades actuales requieren un Gobierno más cercano y deben existir mecanismos para definir e implementar objetivos colectivos para la sociedad.

Los gobiernos deben tomar conciencia de las consecuencias de sus acciones previas, utilizar la información generada en cada ronda del ciclo de las políticas como un insumo importante. Teniendo en cuenta que, en los regímenes democráticos, la autoridad proviene del proceso electoral, en este caso la burocracia pública debe responder a sus jefes políticos nominales y al ejercicio de la rendición de cuentas por parte de los servidores públicos. Esta forma de gobernar deposita la mayor parte de la capacidad de gobernar en las instituciones centrales del Estado y, tratar de crear el mayor grado posible de gobernabilidad. Estas reformas de la nueva gerencia pública en general ponen mayor énfasis en el papel del gerente público y en la tarea de gobernar, lo que reduce la posición dominante de los políticos.

La rendición de cuentas en la NGP depende más del desempeño y menos de los criterios políticos, que debilitan los fundamentos políticos del gobierno. Así, la gobernanza, queda como un enfoque alternativo para el sector público y más específicamente, para la Administración Pública la cual, representa un intento por involucrar más a la sociedad en la tarea de gobernar y reducir los elementos jerárquicos del sistema.

La gobernanza, y sus redes suelen considerarse como un componente central de la capacidad de gobernar. La idea fundamental es que en torno a toda área de política existe un conjunto de organizaciones y actores que la condicionan. Las redes ofrecen un vínculo entre el Estado y la sociedad, distintas a las relaciones corporativistas, puesto que las relaciones de redes no surgen como respuesta a las demandas del sector público, sino que se constituyen de manera más autónoma y existen en gran medida para escapar del Estado.

Las redes pueden variar en el modo en que se vinculan con el Estado y las políticas públicas, mientras más estrechos son sus vínculos con el gobierno más probabilidades tienen de ser efectivas, a largo plazo. Tener vínculos con el Estado puede implicar que las redes pierdan algo de la autonomía que necesitan para legitimarse y que sean cooptadas por el sector público, pero puede llegar a darse una especie de cooptación mutua entre los actores públicos y privados. La idea básica es revertir el dominio de los superiores jerárquicos e incrementar las posibilidades de elección, en la idea de gobierno de la NGP la elección que se ejerce es colectivo y político, más que individual y económico.

El ciudadano vuelve a ser de nuevo un ciudadano, más que un cliente, y este ciudadano puede participar con el gobierno como individuo o como miembro de un grupo que, a su vez, está organizado en una red, pero sin perder la interacción del Estado y la sociedad con características de gobierno convencional y jerárquico. En este sentido, la gobernanza para la administración del sector público y las políticas públicas es aún más descentralizada que el de la NGP. La gobernanza como modelo para el sector público y la Administración Pública plantea algunos retos fundamentales a las formas tradicionales de gobierno y a la NGP.

La gobernanza representa un intento por sobrepasar las jerarquías y el control de arriba-abajo dentro del propio sector público, y entre la sociedad. El concepto de gobernanza en la Administración Pública, constituye un modelo para los Estados y de las sociedades, como un medio para elevar el contenido democrático. El modelo de la gobernanza desplaza la participación ciudadana del lado del insumo al lado del producto o resultado del sistema político. Desde la perspectiva de la NGP, los gobiernos obtienen su legitimidad de los resultados que ofrecen a sus clientes.

En la gobernanza, en cambio, la legitimación depende de un elemento más democrático y político, pero tal legitimación política no fluye a través de los partidos políticos y las legislaturas electas, sino que se deriva de las relaciones ciudadanas más directas con el Gobierno y, con las burocracias gubernamentales. Las interacciones de los ciudadanos con las burocracias públicas y entre los ciudadanos y sus administradores deben crear confianza en el sistema de gobierno, y un mayor involucramiento del público con el sector público promoverá percepciones más positivas acerca del gobierno y el papel que desempeña.

Si bien las interacciones del Estado y la sociedad pueden contribuir a legitimar al primero, hay cuestiones importantes acerca del verdadero impacto democrático. Para Peters las redes, son importantes para las argumentaciones en torno a la gobernanza, y por consiguiente son la solución para los problemas del gobierno democrático. Pero, aunque las redes incluyan a todos los actores interesados en torno a la política, a lo más que pueden aspirar es a encontrar una solución que resulte aceptable para todos esos actores, pero esta solución dejará fuera a los actores no activos de esa política. Por lo tanto, lejos de cumplir con las aspiraciones de la gobernanza, esta noción de gobernar ofrece soluciones que quizá respondan a las demandas de ciertos grupos, pero no de la sociedad en su conjunto.

Por esta razón, la descentralización y devolución se han vuelto parte del lema de la gobernanza, pero en ese proceso pueden perderse de vista ciertos objetivos sociales y las soluciones de la gobernanza corren el riesgo de ser antidemocráticas, al dejar que la implementación de las políticas sea determinada por los beneficiarios de las mismas, se socava el concepto democrático fundamental de la rendición de cuentas. Por lo tanto, las redes dependen del nivel de organización de los grupos sociales y económicos y, por esto, el éxito democrático del modelo de gobernanza depende de que los grupos representen todos los intereses involucrados.

Si una red puede incluir a todas las organizaciones sociales, pero por ciertos elementos de la sociedad que no estén organizados, entonces los grupos no serán efectivos en el proceso político. Y como las habilidades organizacionales no están distribuidas de manera equitativa entre la sociedad, es muy probable que el modelo de la gobernanza tenga un sesgo de clase, en detrimento de grupos que carecen de recursos de organización.

La democracia mediante la participación de organizaciones sociales depende de la relación entre la organización social y la confianza, tanto la confianza interpersonal como la confianza en el gobierno. De esta manera la lógica es que, cuando las personas están dispuestas a unirse a una organización, confían más en los otros, por lo que son mejores actores democráticos y, por tanto, es más factible que tengan una opinión positiva del sector público, sin embargo, la pertenencia a un grupo refuerza las discrepancias de sus miembros respecto del resto de la sociedad, haciendo más difícil la cooperación entren varios segmentos de la sociedad para resolver los problemas políticos.

Las reformas al sector público empoderan a los clientes y a los empleados de niveles inferiores para democratizar el sector público y abrir el gobierno a una gama más amplia de influencias, al destacar el papel de los grupos en la sociedad, legitíma la participación directa de la sociedad en la elaboración e implementación de decisiones en la política. Así, la gobernanza paradójicamente puede dar por resultado un conjunto de programas aceptables y legítimos para sus participantes, pero no un gobierno que en su conjunto sea más legítimo que en el modelo representativo.

La Democratización y legitimación son las principales justificaciones del modelo de la gobernanza en la Administración Pública, pero la gestión y teoría organizacional también plantean la idea de la eficacia como justificación de los enfoques participativos en la gestión, de igual forma, el involucramiento de los clientes y el público puede traer consecuencias positivas para la eficacia de los programas públicos. Dicha eficacia, puede presentarse gracias a la posibilidad de delegar tareas en las redes de organizaciones que se asocia con el enfoque de la NGP, para resolver problemas dentro del sector público, al recurrir a redes para involucrar a los actores no estatales, en las reformas tipo gobernanza se logra la reducción de las responsabilidades administrativas del sector.

La contribución que las soluciones de las redes en el modelo de gobernanza hacen de la eficacia de los programas una reducción de costos. Así que estas organizaciones privadas pueden tener mayor legitimidad que sus contrapartes públicas y, por ende, están en condiciones de trabajar más eficazmente con los grupos sociales.

Con el modelo de gobernanza, la gestión resulta importante en la uniformidad de la administración, al empoderar a los niveles inferiores de la burocracia para que sus decisiones tengan más peso. Por lo tanto, existirá mayor diversidad en las decisiones tomadas. De igual forma, al empoderar a los clientes para que influyan en esas decisiones también aumentará la diversidad en las elecciones realizadas.

El modelo de gobernanza ofrece beneficios importantes para el sector público en general, pero existen situaciones en las que resulta inapropiado, en términos de eficacia. De esta forma la tendencia en las reformas administrativas es aceptar que existen modelos únicos. Los modelos de gobernanza son más aceptables cuando existen múltiples grupos de interés bien organizados, para que sea posible aplicar presión para hacer que se transfieran facultades importantes a los actores no gubernamentales.

Las ventajas de este modelo para gobernar son evidentes en términos del fortalecimiento de la democracia en un mundo emergente de gobiernos participativos. En este nuevo patrón de gobernanza, una gran parte de la legitimidad del sector público derivará de la calidad de los servicios y de la forma en que éstos sean suministrados, más que de los partidos políticos, el voto y las elecciones. El vínculo entre el Estado y la sociedad, es fundamental para los modelos de gobernanza, y ofrece muchas ventajas al gobierno. El gobierno en general, es entendido como un sistema de resolución de problemas de la sociedad en su conjunto.

Lecturas recomendadas

Peters, Guy. 2006. “Administración Pública y Democracia: la conexión emergente”. Revista Administración y ciudadanía. Número 1.

Peters, Guy. 2005. “Gobernanza y burocracia pública: ¿Nuevas formas de democracia o nuevas formas de control?”. Revista Foro Internacional. El Colegio de México: Vol. XLV, Núm. 4.