Gobernanza y Gobernabilidad
Gobernanza y Sociedad |
Los problemas de eficacia directiva de los gobiernos y la urgencia de reorientar la gobernabilidad y la gobernanza, son dos enfoques conceptuales y prácticos que se relacionan con la acción del gobierno, y la capacidad gubernativa, aunque los dos enfoques son complementarios, la gobernanza integra el enfoque de la gobernabilidad como una condición de dirección. De esta manera la gobernanza y gobernabilidad tienen como foco cognoscitivo y práctico al gobierno, y a su actividad directiva.
Para entender uno de estos enfoques se tiene que comprender el otro, por esta razón, representan un problema. La gobernabilidad denota la posibilidad o probabilidad de que el gobierno gobierne a su sociedad. Por lo tanto, el enfoque de la gobernabilidad es estrictamente gubernamental, se refiere a condiciones y comportamientos del gobierno. La gobernabilidad se plantea sólo con referencia al gobierno y no atañe a la sociedad, la cual es por definición ingobernable, y destinada al conflicto y a la crisis.
En el contexto de las democracias consolidadas, la ingobernabilidad es también un escenario probable debido a que la democratización es entendida y practicada como una transición, que aumenta el énfasis en la necesidad de elecciones legales y reales para asegurar los derechos políticos de los ciudadanos y favorecer la alternancia al mando del Estado, pero en realidad no se prioriza un orden político propio y esencial del gobierno democrático, se visualiza como un mecanismo que proporciona aptitudes para gobernar.
La desilusión y el descontento democrático resumen la inconformidad y representan una amenaza de desgobierno. Aguilar Villanueva, puntualiza que mientras en las democracias se consolidan en las sociedades desarrolladas, la ingobernabilidad se cierne amenazadora por exceso de democracia. Por ello la gobernabilidad debe ser clara y precisa, para la generación de un gobierno capaz, suficiente para la conducción de la sociedad.
La dotación o redotación de capacidades al gobierno democrático es una condición necesaria para que se adquieran aptitudes de gobierno. Esta capacidad de gobernar se muestra y se valida en los resultados reales que producen las acciones que ejecuta el gobierno. La capacidad de gobernar es el proceso de dirigir con prácticas de interlocución y negociación con los actores sociales. El enfoque gubernamental, se sitúa en tanto la perspectiva de la gobernabilidad, la cual, considera que un gobierno bien equipado con los recursos y poderes apropiados es suficiente para dirigir a la sociedad, bajo el supuesto de la incompetencia directiva de la sociedad o de su subordinación al gobierno para poder mantenerse como sociedad.
En consecuencia, el orden y el desarrollo social pueden ser producidos con las facultades legales, capacidades financieras, administrativas y habilidades políticas que poseen los gobiernos, más que por las capacidades de la sociedad económica o civil. Así que el enfoque de gobernabilidad no cambia el modo y patrón de dirigir a la sociedad, siendo justificado como gubernamentalmente estructurado y dominado.
Dentro del enfoque de la gobernanza esta, es concebida como post-gubernamental. Este enfoque apunta a la necesidad o conveniencia de un nuevo proceso directivo de la sociedad más que a la reproducción del proceso directivo estructurado por la acción del gobierno. Su supuesto básico es la noción de que, en las actuales condiciones sociales, donde el gobierno es un agente de dirección necesario pero insuficiente, dotado con todas las capacidades requeridas y sus acciones aprovechan a cabalidad las capacidades. Por consiguiente, se valoran las capacidades sociales para una dirección satisfactoria de la sociedad.
De esta manera, el gobierno es un agente legítimo y necesario para manejar la dirección de la sociedad, pero sus ideas, acciones y recursos son insuficientes para definir por sí mismo los intereses sociales y sobre todo para realizarlos, dado que los problemas y desafíos que la sociedad enfrenta tienen que resolverse para preservar o mejorar sus niveles de integración, seguridad y calidad de vida, pero su magnitud, complejidad y dinámica, rebasan las capacidades de respuesta que el gobierno posee. Dentro de este enfoque no basta la legitimidad política del gobierno debido a que la acción de gobernar incluye componentes financieros, técnicos y gerenciales, por la dirección efectiva de la sociedad.
Este gobierno visionario es capaz de subordinar a los actores económicos, civiles y políticos en la definición de los objetivos de la vida social y de su proceso de realización, ya que, no opera en las condiciones contemporáneas de democracia, y de la autonomía de personas y organizaciones sociales en numerosos campos. Para resolver los problemas y superar los desafíos se requiere ascender a un nivel superior de información, inteligencia, recursos, organización y eficiencia que rebasa las potencialidades gubernamentales y las de cualquier actor económico y social, razón por la cual, se exigen formas sinérgicas de deliberación e interacción y asociación público-privada y gubernamental-social en una conjunción de jerarquías, de mercados y redes sociales.
La sociedad económica y civil ha adquirido mayor influencia en la definición de los objetivos, y metas de la sociedad, así como en la definición de las normas y políticas para producir las metas sociales. La participación, es un arma decisiva para realizar los objetivos. Pero el gobierno no posee la magnitud requerida para que la sociedad se dirija hacia futuros de valía.
La gobernanza quiere decir justamente la existencia de un proceso de dirección de la sociedad que ya no es equivalente a la acción directiva del gobierno y en el que toman parte otros actores, sino que es un proceso directivo postgubernamental más que antigubernamental, Implementando un nuevo proceso directivo y una nueva relación entre gobierno y sociedad, que puede ser en modo de mando y control, en virtud de la independencia política de los actores sociales y de su fuerza de acuerdo a los recursos que poseen.
La gobernanza incluye a la gobernabilidad, en tanto requiere la acción de un gobierno capaz y eficaz, pues sin esta condición cumplida no existiría una condición esencial para ejecutar una dirección de la sociedad antes y ahora, pero el gobierno competente es sólo uno de los actores requeridos para una dirección exitosa de la sociedad. La gobernanza también significa un cambio de proceso, un cambio de modo o patrón de gobierno, que es el paso de un centro a un sistema de gobierno, en el que se activan los recursos del poder público, de los mercados y de las redes sociales. Esta conexión, es el paso de un estilo jerárquico centralizado a un estilo de gobernar asociado entre organismos gubernamentales, y organizaciones privadas, públicas y sociales.
El concepto de gobernanza, es un concepto descriptivo de los cambios en el ejercicio de gobernar y de la Administración Pública, dado que las funciones públicas, políticas, y los servicios públicos se llevaban a cabo mediante diversas formas de asociación y corresponsabilidad entre las agencias de gobierno y las organizaciones privadas y sociales. En este sentido, el concepto descriptivo se fue reelaborando en concepto teórico, con distintos aspectos en su concepción. Entre los rasgos característicos se encuentra el proceso de dirección en la gobernación de la sociedad, como el proceso mediante el cual sectores y grupos de la sociedad definen sus objetivos de convivencia y supervivencia.
La gobernanza se refiere al proceso social de definición de dirección y de la capacidad de dirección de una sociedad, pero, también se caracteriza como un proceso de dirección, estructurado institucional y técnico, en tanto la definición de los objetivos que dan sentido a la acción de la sociedad, lo que implica la referencia a un sistema de valores, el cual se plasma en principios constitucionales, normas legales de relación social e instituciones públicas y sociales, mediante objetivos y normas de producción, derivados de la ciencia, tecnología y gerencia.
Su estructuración institucional y técnica, debe ser un proceso estable, con un patrón de comportamiento que reproduzca ajustes al estilo del Gobierno. También compone un proceso de dirección de una acción colectiva, por el hecho que participan múltiples actores en su diseño y realización que, por ende, requiere una agencia de Gobierno con la función de responder o facilitar la solución de los dos problemas centrales de toda acción colectiva: la existencia de la cooperación y su eficacia.
El proceso de dirección se forma a partir de la interlocución entre grupos, sectores sociales y el gobierno, que es incluyente, simétrico, racional y pacífico, y que suele impulsar acciones para corregir y cambiar el modo de relacionarse entre los grupos sociales, con el propósito de avanzar hacia una mayor inclusión de los grupos marginados de la deliberación pública. El proceso de dirección que es producto de la participación de sociedad y el Gobierno, por ello, el Gobierno posee el papel dominante en la definición y ejecución de la dirección de la sociedad cuando ésta no es capaz.
La gobernanza es como un proceso del sentido de dirección de la sociedad, de las formas de organizarse para realizar los objetivos y el modo de cómo se distribuirán los costos y beneficios del resultado de la deliberación conjunta entre el gobierno y las organizaciones privadas y sociales. El gobierno y las organizaciones juegan roles cambiantes y recíprocos según la naturaleza de los problemas y las circunstancias sociales. En este sentido, la gobernanza es un concepto que describe y explica la descentralización que caracteriza al proceso de dirección de la sociedad, y que ha dado pie al concepto de gobernanza por redes en razón de la sinergia de los recursos públicos, privados y sociales que incrementan, la capacidad y eficacia directiva de una sociedad.
Dentro de este contexto resaltan dos propuestas, por un lado, la de las Políticas Públicas y por el otro lado la Nueva Gestión Pública que se han difundido con presteza y son recibidas por gobierno, sociedad y academia como instrumentos de conocimiento y gestión útiles para reconstruir la gobernabilidad y dar forma a un modo de dirigir los asuntos públicos más eficaz y socialmente aceptado. La recepción de las dos propuestas tuvo buenos resultados, aunque fue demasiado optimista con respecto a sus alcances, pues no se tomaron en consideración otras dimensiones fundamentales de la acción de gobernar.
Desde su inicio hasta la fecha, las dos disciplinas han aspirado a prevenir o resolver el problema de la eficacia directiva de los gobiernos, distanciándose del modo establecido de gobernar y cuestionando los ejes que estructuran toda la actividad de Gobierno: la decisión y la gestión. Las PP ha cuestionado la débil base cognoscitiva de las decisiones de políticas del gobierno y la NGP el arreglo jerárquico burocrático de la Administración Pública. Desde su origen, las PP se ha concentrado en el proceso decisorio del gobierno, ha cuestionado numerosas decisiones por considerar que no están estructuradas cognoscitivamente y se ha presentado como una disciplina o profesión que posee los métodos analíticos apropiados para mejorar la calidad cognoscitiva de las decisiones de gobierno y asegurar así su causalidad, la eficacia social y la eficiencia económica.
La NGP, ha prestado atención a la Administración Pública, y su estructura burocrática de organización y operación, centralizada, jerarquizada, reglamentada, precisa e inalterable, se ha presentado como una disciplina o práctica profesional que posee los métodos de reorganización y de trabajo, apropiados para incrementar la eficiencia y mejorar la calidad de la gestión gubernamental. Una característica que comparten los conceptos, métodos o tecnologías de las PP y los de la NGP es que son practicadas a partir del enfoque de la gobernabilidad o de la gobernanza y han empleado métodos y tecnologías con el propósito de restablecer su capacidad directiva, con el propósito de dar forma a un nuevo proceso de gobierno, más eficaz y más aceptado, en tanto orienta la participación de la sociedad, a una nueva gobernanza.
El auge de las PP y de la NGP se debió a que, a las políticas de ajuste estructural, que contribuían al saneamiento de las finanzas públicas con la exigencia de asegurar la eficiencia económica de Administración Pública. Así la NGP, fue asegurando e incrementando la eficiencia económica de programas, y unidades administrativas, mediante otras reformas que compartían el mismo espíritu. El salto de la eficiencia de la política y del servicio a la calidad fue algo posterior y de resultados variables. Que también evidenciaron los propósitos iniciales de incremento a la gobernabilidad o capacidad directiva del gobierno mediante los métodos y técnicas de las PP y la NGP que tuvieron como efecto generar situaciones y prácticas en la sociedad económica, civil y política, que dieron origen y forma a un modo de gobernar compartido, participativo, asociado en red con las organizaciones sociales.
La restructuración se inicia por razones de eficiencia de un nuevo tipo de relación entre gobierno y sociedad. Generando, redes de políticas, asociaciones público-privadas, democracia participativa, presupuesto participativo, contraloría social, auditoría ciudadana, y participación solidaria, generando nuevos modos de gobernar, que ha ido adquiriendo prácticas estables y se ha mostrado progresivamente más productivas, y políticamente más consensuales, aceptables, legítimas, a pesar de sus limitaciones. También se dio la aparición del nuevo modo de gobernar de la democratización, a la resurrección de la sociedad civil, al restablecimiento del sentido de lo público, que modificaron actitudes y expectativas de los ciudadanos.
La gobernanza tiene su factor crucial en el enlace entre el proceso gerencial y el proceso político-civil que ha caracterizado a las reformas institucionales, fiscales, políticas, administrativas y económicas. La nueva gobernanza es el resultado de lo que los gobiernos emprendieron para reconstruir su capacidad directiva con los grupos ciudadanos, que, con la democracia, emprendieron a participar en la deliberación de los asuntos de la realidad pública y tener control sobre su conducción.
Las reformas del análisis de las PP y de la NGP, buscan eficiencia económica, bajo el sistema gubernamental-administrativo y detonaron efectos institucionales y políticos, que tomaron forma en una nueva relación directiva de los gobiernos con las organizaciones de la sociedad. Así la democratización de los regímenes autoritarios y el restablecimiento progresivo del Estado de Derecho han generado desde la ciudadanía y la sociedad civil, nuevos modos de relacionarse con el gobierno bajo exigencias de participación y control, así como de certidumbre e igualdad jurídica. De esta manera las reformas administrativas fueron causa y efecto de las reformas político-institucionales, así como también ha sido causa y efecto de las reformas de la organización, y operación de la Administración Pública.
Lectura recomendada
Aguilar Villanueva, Luis. 2009. “El concepto de gobernanza”. Gobernanza y gestión pública. México: FCE.
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