miércoles, 10 de junio de 2020

¿QUÉ ES EL ESTADO? Esencia y Estructura del Estado (Hermann Heller)

¿Qué es el Estado y Cuál es su Estructura? 

El Estado 

Según Heller, la conciencia histórica en el Estado tendrá un impacto tanto en el nombre como en la realidad, siempre a atado al punto de vista histórico, pero que solo tiene función en su forma moderna individual, por lo cual, no puede ser trasladado a los tiempos pasados, por esta razón, la concepción de las relaciones políticas pasadas solo se podrán determinar con el pensamiento actual, lo cual tiene el manejo de los distintos significados que adquieren los conceptos a lo largo de su existencia, como en el caso del Estado, la variación del significado se condiciona con forme al contexto histórico según el sentido político que se le asocie en determinada situación, esta señalización de los conceptos se asocia a la misma transición del hombre conforme a la visualización política que involucra al Estado.

La noción que platea Heller aparece en un contexto regular, la valoración que plantea sobre el significado del concepto de Estado, va siendo transformado, según los factores que influyan su significado en el momento el cual es estudiado, Heller muestra una visión sobre la historia del concepto en la evaluación de su interpretación, deslinda los usos que se derivan según el significado que se le adquiera en el momento de significar al objeto que el sujeto se plantea formular, según las características de un determinado espacio y tiempo con relación al entorno de la realidad social, que son factores reales para significar a el Estado, sus singulares y elementos relevantes que la conforman en un todo.

Heller realiza un método del cual parte para encontrar una aproximación de las características definitorias del Estado, el cual, es un objeto de estudio en constante cambio, y es por esta peculiaridad por la que la forma de estudio de esta noción es mediante la conciencia histórica, a lo que agrega un conocimiento fundado en el objetivo directo de la concepción del Estado, sustentado bajo la misión de la teoría del Estado que consiste en mostrar al Estado como un fenómeno sustantivo dentro de ciertas condiciones que debe contener su estructuración, de esta manera, la cultura humana y la modificación de caracteres van de la mano, tomando en cuenta la naturaleza de esta asociación conciliándolas como una sola perspectiva de una unidad histórica en el tiempo.

El motivo de la asociación de la cultural humana y la formación conceptual del Estado está prácticamente guiada una de la otra, las necesidades de la cultura humana para mantener un equilibrio en su estructura social, asigna roles en un sistema pluralista, dando funciones con el objetivo de asociar ideas respecto a las situaciones necesarias en la sociedad, las ideas que contrae esta visión sobre los aspectos mediadores llevan a manejar las condiciones geográficas con las condiciones del pueblo, que no suponen un concepto univoco y se requiere de un análisis preciso, especialmente en la diversidad de pueblos, los cuales tiene diversos intereses y formas de ver la conciencia humana, según su valoración de cualidades culturales (principalmente políticas), impulsando la idea del pueblo como formación cultural.

De esta forma, toda realidad social en el pueblo puede concebirse dialécticamente, cada pueblo tiene su propio cuerpo físico que se mantiene mediante la reproducción natural; es casi siempre la nación como formación política, la que engendra la raza y la conduce a más altas individualidades. Heller complementa que la raza natural no es la que forma el Estado sino, al revés, el Estado el que forma la raza, de este modo la reciprocidad que recae en ambos elementos es de gran importancia, enfocándose en la evolución del concepto y la evaluación que esté requiere, bajo los preámbulos de una asociación entre un objeto y un sujeto permeados por un contexto histórico que nos conduce a una significación concreta que determinan las características del Estado. 

Esencia y Estructura del Estado 

Heller establece que la esencia del Estado se expresa, en tanto función, justificación y estructura quedando dentro de los parámetros de la soberanía y la constitución. Teniendo esta distinción de las características de la función estatal lo siguiente que expresa Heller es la autonomía del Estado. Resalta la disputa sobre la incursión del poder económico en la política; de hecho, constata que es precisamente el Estado quien regula la economía nacional de esta manera toda economía es economía política, o política económica. No se reduce el dominio político de las leyes de la ciencia económica, sino que se toma en cuenta el involucramiento estatal que pide la aplicación de una regla.

El dilema en esta situación se produce con el desajuste entre el círculo estatal y el económico, cuyos mecanismos, se emancipan de su base, según su interrelación. En cuanto áreas prácticas de conocimiento entre política y economía se fija la atención en los niveles epistémicos, los tratamientos cuantificados según su mismo criterio axiológico que habrían hecho de la economía una ciencia sistematizada de mayor predicamento que la politología.

La definición funcional del Estado enunciada por Heller, está determinada por la exigencia de una ordenación unitaria, continúa y vigente, lo cual, no neutraliza el componente conflictual de la política. Su postura se eleva al deslindar, el Estado de la política, observando a esta última como disciplina social. Al diferenciar el poder estatal de poder político no elimina la referencia sobre la que se establece la distinción del Estado. Según la perspectiva materialista el concepto posee la virtud de incorporar la doble dimensión normativa estatal del derecho positivo, pero su significado reside en el aspecto externo del Estado, desvinculándolo del interno.

No se trata sólo de equilibrar presiones internas, sino también externas, asimismo se suponen incongruencias valorativas o teleológicas, condicionadas por la historia que desestabiliza el conjunto de los Estados. Este conflicto deja claro todo ello, cortado según un mismo patrón, pautado a un sólo ritmo, sin necesidad de ejército ni de gestores de la economía pública consolidada en la sociedad civil.

Heller ve a el Estado en un grado más complejo en el esquema panárquico de las uniarquías préstateles de control, al optar por la dilución del poder político descentralizándolo a escalas más reducidas, confiando en la organización y estabilidad de una sociedad. La complejidad de su postura se ubica en la teoría de la justicia fuera del marco positivo. Esta circunstancia regresa a la problemática de la falta de un criterio objetivo que precise el significado de la justicia, por ello se acude a los principios generales del derecho de carácter ético. Pero estos principios, carecen del principio de seguridad jurídica que contienen los preceptos de ordenamiento positivo. Por ello, la justificación del Estado se sustenta en dotar de seguridad a los principios morales del Derecho. La validez del Derecho positivo depende de estos principios y da lógica al papel del Estado.

Por los principios de la justicia, Heller nos dice: “quien únicamente puede asegurar siempre la justicia es la conciencia jurídica individual”. De esta manera el Estado queda absolutamente subjetivizado. Así que la supuesta autonomía del Estado quedaría en entredicho, ya que la búsqueda del fundamento ético se lleva a cabo para cimentar la base del derecho legitimando del Estado. Por lo tanto, el Estado se justifica en tanto organización que garantiza el Derecho, bajo la condición de que el Derecho, en cuanto ordenamiento tipificado siempre le permanece al Estado, en virtud de su principio de conservación. De esta manera el conflicto es constitutivo.

La defensa del Estado de derecho en la configuración de poder, se mantiene en el objetivo de conservación del tiempo mediante la rotación de disposiciones racionales y coherentes en un ordenamiento escrito en un orden de interpretación de la técnica jurídica, como técnica de poder estatal y por el establecimiento del marco plural para entrecruzar distintos proyectos reduciendo los riesgos de desestructuración Estatal.

Bibliografía.

Heller, Hermann, Teoría del Estado, FCE, México, pp. 140-298.

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